LA ENSEÑANZA MEDIA EN LA HISTORIA


De diversas maneras y condicionado por las circunstancias histórico-sociales del momento, se ha desarrollado en el mundo el ciclo educativo denominado actualmente bachillerato.

En la Edad Media, la educación intermedia se imparte en los monasterios y está dirigida a los jóvenes de la nobleza y a los hijos de los señores feudales.

Estos estudios giran en torno a la teología y las artes llamadas liberales. Se imparten en dos ciclos: el trivium (gramática, lógica y retórica) y el quadrivium (música, aritmética, geometría y astronomía).

El fortalecimiento de la burguesía exige una educación más práctica y a finales de la Edad Media aparecen las escuelas urbanas, aunque en ellas el método de enseñanza es el mismo de las escuelas monacales: pasivo, mecánico y basándose en la memorización.

El avance de la ciencia conduce a la búsqueda de una emancipación de la educación respecto de la Iglesia y del método escolástico, lo que se logra en algunos casos por medio de las Universidades.

En el siglo IX los árabes, fundan en Salamanca y Córdoba escuelas en las que se cultivan todas las ciencias. En Italia se crean las universidades de Boloña y Salerno. En el siglo XIII se abren las de París, Oxford y Nápoles, esta última incluía estudios de teología, derecho, medicina y artes.

Sin embargo, el verdadero creador de la enseñanza media clásica es el alemán Joanes Sturmius o Sturm (1507-1589), que implantó los gymnasios.

En 1599, los jesuitas elaboran un plan de estudios denominado Ratio studiorum, que comprende dos ciclos: el inferior, que corresponde a los colegios y equivale a la educación preuniversitaria, y el superior, irnpartido en las universidades.

La progresiva democratización de la sociedad y el avance de las ciencias en los siglos XVIII y XIX, introducen transformaciones esenciales en la organización de la enseñanza inspiradas principalmente en Montaigne y Rousseau.

La instrucción se convierte en un derecho reclamado por las clases sociales y pronto el Estado se persuade de que su deber es dirigir, organizar y supervisar las escuelas.

El método inductivo y la observación personal desplazan al estudio tradicional, y los considerables avances en las ciencias imponen la creación de enseñanzas especializadas, tendientes al perfeccionamiento en alguna rama del saber.

En el presente siglo, la educación media superior va resolviendo la oposición entre la educación tradicional y la que surge en los siglos anteriores a través de una educación general que toma en cuenta los requerimientos vocacionales de los alumnos.

Desde la primera mitad de este siglo se constata una doble vertiente en la educación media: los países altamente desarrollados tienden a proporcionar una educación general más amplia en preparación para estudios superiores (propedéutica), en tanto que los países subdesarrollados buscan una preparación laboral, breve y práctica.

Después de la Segunda Guerra Mundial se dan cambios en los sistemas educativos encaminados a educar en la reflexión y la formación de la personalidad.

En Alemania se funden en uno solo los tres tipos de escuela de enseñanza media (gimnasio, gimnasio real y real escuela superior) con objeto de cultivar en los adolescentes todas las facultades humanas para su actividad futura.

En los Estados Unidos la educación se orienta a desarrollar en el individuo los conocimientos, intereses, ideales, hábitos y capacidades que sirven para alcanzar un puesto en la sociedad y utilizarlos para perfilar su personalidad.

En Italia se establece una escuela de carácter unitario que sustituye a los dos tipos de liceo (científico y clásico), cuyo objetivo es satisfacer la exigencia creciente de la industria y la administración, proporcionando al estudiante la capacidad de acceder a la instrucción superior con la única limitación de la selección basada en el mérito.

En Francia, los diversos ciclos educativos se organizan de tal forma que un diploma de bachiller tiene tras de sí, por lo menos doce años de escolaridad, de los cuales tres pertenecen al bachillerato.

Junto a estas transformaciones surge la inquietud de unificar el bachillerato en el mundo. Así, en 1967 se funda la Oficina de Bachillerato Internacional, que tres años después publica la primera Guía General de Bachillerato Internacional que señala la necesidad de dar al alumno una cultura general que le permita conseguir un sólido dominio de los instrumentos intelectuales necesarios para cualquier carrera universitaria o especialización profesional.

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EL BACHILLERATO EN MÉXICO


Uno de los antecedentes remotos de la enseñanza media en nuestro país es el estudio de humanidades que en el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, fundado en 1537, precede a los cursos superiores.

Durante toda la Epoca Colonial, la educación queda en manos de las órdenes religiosas y sus beneficios se extienden principalmente a las clases económicamente acomodadas, aun cuando existían instituciones para indígenas.

Para las clases acomodadas, los jesuitas fundan los colegios de San Pedro y San Pablo, en 1574, y de San Ildefonso, en 1588, que al fusionarse, el 17 de enero de 1618, dan origen al Real Colegio de San Pedro, San Pablo y San Ildefonso de México, antecedente de la Escuela Nacional Preparatoria.

Los constructores de la independencia nacional tienen clara conciencia de que la transformación de la sociedad pasa por la transformación de la educación. Esta conciencia se encuentra plasmada en la constitución de Apatzingán, de 1814.

Lograda la independencia, la organización de la educación se vio envuelta en los vaivenes de la inestabilidad política.

Fechas importantes en esta época son el decreto del 23 de octubre de 1833 que reforma la enseñanza superior (dos días antes se había creado la Dirección General de Instrucción Pública) y crea en el Distrito Federal dos establecimientos de educación preparatoria, y la Ley de Instrucción Pública del 27 de diciembre de 1865, durante el imperio de Maximiliano, que organiza la educación media al estilo de los liceos franceses.

Bajo el régimen del Presidente Juárez se promulgan dos instrumentos legales que constituyen el punto de partida de la organización de la educación media superior: la Ley Orgánica de la Instrucción Pública del Distrito Federal (2 de diciembre de 1867) y su Reglamento (24 de enero de 1868).

El 1 de febrero de 1868 abre sus puertas la Escuela Nacional Preparatoria, en el edificio del antiguo Colegio de San Pedro, San Pablo y San Ildefonso de México, fundada y dirigida por el profesor Gabino Barreda.

El plan de estudios, organizado por Gabino Barreda, comienza con las matemáticas y concluye con la lógica, interponiendo entre ambas las ciencias naturales. El plan incluye el estudio de lenguas extranjeras y de latín.

Estos estudios son preparatorios a las carreras de abogado, médico, farmacéutico, agricultor, veterinario, ingeniero, arquitecto y ensayador y beneficiador de metales; y se organizan en cuatro o cinco años. Para ingresar se exige la presentación de un certificado de profesor público de primeras letras o un examen de conocimientos.

Durante el porfiriato, el licenciado Joaquín Baranda, secretario de Instrucción Pública, promulga una Ley de Enseñanza Preparatoria en el Distrito Federal, el 19 de diciembre de 1896, que asigna como objetivos a la preparatoria la educación física, intelectual y moral de los alumnos. La duración de los estudios es de ocho semestres.

El 30 de octubre de 1901, el nuevo plan de estudios extiende el cielo a seis años y vuelve a la organización anual de los estudios de preparatoria.

En la primera década de este siglo destaca la figura de Justo Sierra como secretario del Despacho de Instrucción Pública y Bellas Artes, que restablece la Universidad de México con carácter de Nacional, a la que integra la Escuela Nacional Preparatoria, con lo que se le da al bachillerato carácter universitario, como base que es de los estudios superiores.

Nuevos planes de estudio son aplicados en la Escuela Nacional Preparatoria después del porfiriato: el de 1916, que reduce los estudios a cuatro años; el de 1918, aprobado por el Consejo Superior de Educación Pública, que vuelve al ciclo de cinco años; y el de 1920, primer plan, aprobado exclusivamente por el Consejo Universitario.

En 1922, siendo director de la Escuela Nacional Preparatoria Vicente Lombardo Toledano, se realiza en la ciudad de México el Primer Congreso Nacional de Escuelas Preparatorias.

Este congreso establece un plan de estudios para toda la república con una duración de cinco años posteriores a la educación primaria. Se prevé un bachillerato no sólo como preparación a los estudios superiores, sino como preparación para la vida. El plan incluye el aprendizaje de un oficio.

Del mismo congreso surge una reglamentación para la revalidación de estudios preparatorios.

El plan de estudios de 1931, en la Escuela Nacional Preparatoria, establece el bachillerato especializado. Fundada la escuela secundaria en 1926, este plan reduce el bachillerato a dos años posteriores a la secundaria.

Un año después, un nuevo plan tiende a regresar al bachillerato único, sin descartar el especializado. En 1956 se impone la tendencia al bachillerato único.

Esta sucesión de planes de estudio manifiesta la falta de definición de objetivos que impera en el país, señalada ya en el ámbito continental en el Congreso de Universidades de América Latina, celebrado en Bogotá, Colombia, en 1963, y más tarde, por la XIV Asamblea General de la ANUIES, en 1972.

Paralelamente al desarrollo del bachillerato, surgen en la época cardenista los estudios tecnológicos, a raíz de la fundación del Instituto Politécnico Nacional, que a nivel medio se dividen en prevocacionales y vocacionales, correspondientes a la secundaria y la preparatoria, respectivamente.

Durante la gestión del presidente Adolfo López Mateos nacen los Institutos Tecnológicos Regionales que crean sus propias escuelas de enseñanza media.

La creciente demanda de matrícula en las Universidades y en la enseñanza media superior, al inicio de la década de los setenta, provoca el nacimiento de otras instituciones de bachillerato.

El 26 de enero de 1971 se funda el bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades y el 26 de septiembre de 1973, por decreto presidencial, el Colegio de Bachilleres, organismo descentralizado del Estado que comienza a funcionar en 1974.

Actualmente, el bachillerato se enfrenta a diversos problemas, entre ellos, la dificultad en la revalidación de estudios entre las diferentes instituciones de enseñanza media superior y superior, lo que obstaculiza el libre tránsito de los alumnos y limita la continuación de sus estudios; el bajo rendimiento en la relación enseñanza-aprendizaje; la irregularidad y deserción del alumnado.

Estos problemas son tratados en las reuniones nacionales de educación media superior, sobre todo en la celebrada del 10 al 12 de marzo de 1982 en Cocoyoc, Mor. (Congreso Nacional del Bachillerato).

En este congreso se recomienda mantener la comunicación entre las instituciones de educación media superior; se declara que el bachillerato constituye una fase de la educación de carácter esencialmente formativo y, por tanto, debe ser integral y no sólo propedéutico, con objetivos y personalidad propios.

Se indica también que la finalidad del bachillerato es "generar en el joven el desarrollo de una primera síntesis personal y social en orden a su integración en la sociedad, preparación para la educación superior y capacitación para el trabajo".

Por último, recomienda "que en todas las instituciones que impartan el bachillerato en el país, se adopte un plan de estudios de tres años".

La información anterior fue tomada de: UNIVERSIDAD Año VI/núm. 29, 13 de noviembre de 1986, pp. 2-8. Director C.P. Alfonso Yáñez Delgado. Impresa y Publicada por la Dirección de Prensa y Relaciones Públicas.

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ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL BACHILLERATO EN LA UAP


Los aspectos históricos más destacados del bachillerato Universitario de la BUAP los enmarcamos dentro de las reformas cardenistas, ya que en mayo de 1937 se decreta la transformación del Colegio del Estado en Universidad de Puebla. En ese entonces el nivel medio superior inicia sus labores con 247 alumnos que representan aproximadamente el 50% del total de la matrícula. La Universidad cuenta con más de un centenar de catedráticos educando en su mayoría, en las aulas del antiguo Colegio del Estado, bajo la influencia positivista y de la cultura francesa y existiendo entre ellos una clara heterogeneidad política e ideológica.

El Congreso Constituyente del Estado en 1956 aprueba la iniciativa de Ley Orgánica en la que se le concede su autonomía a la Universidad de Puebla. En el período 1938-1961 la preparatoria adquiere el carácter vigente, destacándose el proyecto de reorganización del bachillerato aprobado en 1947 y en vigor hasta los primeros años de los setenta. Su núcleo era un plan de estudios que abarcaba 30 materias distribuidas en tres años, dando a lo propedéutico un carácter de profundización que facultara al estudiante a seguir una carrera profesional de manera más adecuada. Además, se fortaleció lo formativo estableciéndose que la preparatoria tendría un carácter general de vastos alcances, aspirando a crear en los alumnos una visión panorámica y profunda de los problemas culturales. Así en 1961 se funda la preparatoria "Benito Juárez", diurna, con 1,502 alumnos, constituyéndose en la primera escuela de las ocho con las que actualmente cuenta la BUAP.

En un segundo período que comprende de 1961 a 1985, al finalizar la década de los cincuenta, el inexorable proceso histórico de transformación de las alternativas progresistas había hecho de la Universidad poblana una institución conservadora, autoritaria, dogmática y atrasada. Nace entonces, el movimiento de Reforma Universitaria a partir del cual se traza el camino para reabrir la institución al razonamiento, a la ciencia y a la cultura, buscando conducir su vida de manera democrática y orientándola a satisfacer, en el terreno que le competía, las necesidades populares.

En este período como respuesta a la creciente demanda de una educación media a escala regional se crean las preparatorias "Benito Juárez García" nocturna en 1964, pensando en una escuela para trabajadores, la "Emiliano Zapata" en 1970, la "Alfonso Calderón Moreno" en 1975, la "Enrique Cabrera Barroso" urbana, en 1977, "Enrique Cabrera Barroso" regional, en 1973 en la ciudad de Tecamachalco; se incorpora la "Simón Bolívar" regional en la ciudad de Atlixco, así como la "2 de octubre" de 1968 en 1981 respectivamente y, finalmente, la escuela preparatoria "Lázaro Cárdenas del Río" en 1984. En este contexto se realizan cambios de importancia en las preparatorias de la BUAP, tales como: la transformación de anualidades a semestres, introducciones de materias que fortalecieron el área social y humanística, la realización de congresos generales de preparatoria (1967 y 198l). Se destacó la participación de la educación medía superior de la BUAP, en el Congreso Nacional del Bachillerato en Cocoyoc, Morelos, en el cual se plantearon propuestas, impulsadas más tarde, por esta institución, como por ejemplo, la concepción del bachillerato como un ciclo con características y objetivos propios, su carácter formativo e integral, además del rasgo propedéutico y la adopción del tronco común.

La última etapa se puede establecer entre 1986 y 1996. Durante esta etapa, se realiza una de las dos primeras revisiones curriculares más completas que hasta ahora se han dado dentro del bachillerato universitario, pues se da de manera sistemática, de amplia difusión a los sectores interesados, se amplía la participación y colaboración en la realización del plan de estudios y se da inicio a la vinculación con el nivel superior; asimismo, se toman en consideración los recursos existentes y se prefiguran las condiciones para una posterior evaluación de los programas de estudio, en donde aparecen claras muestras de cambios pedagógicos y didácticos para su implementación. El plan 86 desempeñó un papel importante como punto de partida para la participación de las academias en los trabajos de renovación curricular actual. De hecho, para muchos docentes, el estudio del plan del 86 ha sido su primera experiencia en lo referente a la planificación del proceso educativo.

La segunda experiencia de cambio curricular, rescata algunas de esas experiencias tales como: la participación sistemática y colectiva a través de comisiones de trabajo, operativas, consultivas y de diseño, bajo la previa realización de dos foros de Consulta y Reforma Curricular, en donde participan alrededor de 650 docentes, tanto de preparatorias incorporadas, como de las pertenecientes a la BUAP. Es importante hacer hincapié, que en ambos procesos de reforma curricular, la participación del colectivo no garantizó del todo las expectativas de los participantes, pues la imagen del bachillerato en esos momentos, consistía en verlo de manera fraccionada, ya que cada propuesta existente sólo respondía a necesidades particulares, esto es: a la unidad académica, al área, a la asignatura, o bien a la academia, y no al conjunto del nivel medio superior, como en realidad debería de ser, pues más tarde provocó diferencias encontradas desde la misma elaboración de los programas de las materias, hasta la modificación de las metodologías en su forma de impartición y evaluación.

Por otro parte, a nivel interinstitucional, nuestro bachillerato ya integrado hoy como Nivel Medio Superior, se encuentra actualmente fortaleciendo su presencia, en la red de los bachilleratos universitarios, que se inicia con la participación en eventos de carácter académico, hasta de presentar propuestas en el ámbito nacional, para reorientar las funciones y razón de ser de los bachilleratos al interior de las universidades públicas.

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ALGUNOS DATOS HISTÓRICOS DE LA UNIDAD ACADÉMICA "ALFONSO CALDERÓN MORENO"


DIRECTORES:

Nombre

Periodo

1.

Comisión Coordinadora

1975-1976

2.

Lic. Edgar Armenta Castro

1976-1977

3.

Lic. Daniel Alcántara León

1977-1981

4.

Ing. Carlos Hernández Pérez

1981-1984

5.

Lic. F. Tomás Monroy González

1984-1986

6.

Arq. Carlos Montero Pantoja

1986-1987

7.

Ing. Porfirio Toxqui Mendoza

1987-1990

8.

Ing. René Terreros Flores U

1990-1991

9.

Lic. Guillermo Nares Rodríguez*

1992

10.

Ing. Abel Soto Pérez

1992-1996

11.

Ing. Lázaro Méndez Zepeda

1996-2000

* Nombrado por ministerio de ley

Justificación del nombre Alfonso Calderón Moreno: el 1 de mayo de 1973, dentro del proceso de Reforma Universitaria, surgen una serie de hechos de orden político siendo una de sus consecuencias la muerte de estudiantes universitarios, uno de ellos fue Alfonso Calderón Moreno, personaje considerado mártir de esta Universidad. Su esfuerzo en la lucha por proteger los derechos y la autonomía universitarios queda como ejemplo para las futuras generaciones.

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